martes, 6 de marzo de 2007

Cómo no empezar por las reformas borbónicas!

Todos los que me conocen, me tuvieron de docente o simplemente compartieron charlas de café conmigo no se sorprenderán por el título de esta primera entrada, es más mi mujer (Daniela) ya está bastante aburrida de escucharme hablar del tema, pero cualquier discusión sobre nuestra historia y nuestra (des) memoria debe comenzar necesariamente por 1770.

Por qué? Primero y principal porque la estrategia utilizada en las Reformas Borbónicas fue repetida numerosas veces por los países centrales (hegemónicos) para dominar la escena latinoamericana.
Segundo que su parecido con el todavía sufrido Consenso de Washington es increible (si, en 220 años aprendimos poco y nada); y
Tercero porque las reformas explican en gran parte el fracaso de la unión latinoamericana (en términos de blocco storico) así como su atraso productivo.

Todo muy emotivo hasta acá, pero seguimos sin saber que carajo fueron esas reformas. Hoy diriamos que fueron un "paquete de medidas" ejecutado desde España a la vista de la inminente independencia de las colonias ultramarinas.

Las Reformas tuvieron tres partes y media: Descentralización, "Liberalización" del comercio, Reforma del Estado (si reforma del estado, estamos hablando de 1775-1779) y Reforma Educativa.
Ya acá vemos en parte el asqueroso parecido con la década del 90', pero cuando hablemos de cada una vamos a entender más.

La descentralización fue la primera "pata" de estas reformas. El pensamiento de los Borbones tardíos era que la independencia política de América Latina era inevitable, por lo tanto debían asegurarse que esa independencia fuese sólo formal. Para ello recurrieron al viejo y (poco) querido "Divide et Impera" de Maquiavelo (también conocido como Divide y Reinarás), es decir que crearon nuevas unidades políticas, y traspasaron el poder a las ciudades importantes (municipalización) en lugar de mantenerlo en los centros virreynales y en las Audiencias.
Crearon nuevos virreinatos para atomizar el poder de los centros existentes (Perú y México) y las elites comenzaron allí a separarse.
Todos me dirán, para loco, el Billiken decía que el Virreinato del Río de la Plata se creo para frenar el contrabando inglés. Pero nop, ya veremos como el Comercio va a regularse recién dos años después de la creación del virreinato con lo cual si no esta prohibido el comercio, no hay delito, es decir NO había contrabando alguno. Lo que si es cierto que España no quería que Gran Bretaña tuviera injerencia por estos lares, tal fue así que castigaba con impuestos especiales a quienes comerciaran con la isla (impuestazo!)

Pero la descentralización no se agotó con la creación de nuevos centros de poder, sino que se complementó con una descentralización en la justicia. La Audiencia, órgano encargado de mediar entre los habitantes de las colonias y el Rey de España, perdió peso, comenzó a haber instancias locales que reducían las posibilidades de soluciones generales. Encima que ya nos habían cagado con eso, los reclamos de las elites pasan a ser muy puntuales, es decir que logran el cometido para el cual habían sido pensadas, "que el árbol nos tape el bosque".

Pronto, las demandas de una ciudad eran contra otra y no contra la metrópolis, quien lejos de mediar, trataba de exacerbar los conflictos, cuando veamos reforma del Estado, vamos a ver como terminó de cerrar el "modelito" de separación y reinado.

Mientras tanto un peruano se parecía cada vez menos a un argento, y un colombiano, ya no tenía nada que ver con un mexicano....

Después sigo con las otras 2 y media

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